Para Sergio Ochoa Rodríguez, presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública de Colima, el gobierno estatal y la Secretaría de Educación y Cultura tienen una bandera roja por la inseguridad que se acecha ante la colocación de narcomensajes en escuelas públicas.
"Los padres ya no tienen la confianza, vemos cómo prefirieron y digo cualquier padre lo hubiéramos hecho, cómo prefirieron mejor no llevar a sus hijos a la escuela porque las condiciones de seguridad parecen no ser favorables".
Por lo que ha afectado a las actividades de los menores de nivel primaria, señaló que poco se espera de una declaración concisa por estos hechos y mucho menos una exigencia al interior del mismo gobierno.
"Aquí estamos hablando de una actividad completamente diurna, completamente de menores inocentes y que se da a plena luz del día y que el gobierno es responsable completa y absolutamente de brindar esa seguridad".
Destaca que las autoridades se han vuelto omisas por la imagen política que puedan dar de este gobierno, sin embargo estos narcomensajes generan nerviosismo y miedo del entorno.