Ante la tercera ola de contagios de COVID-19 y la presencia de algunas variantes en Michoacán, autoridades eclesiásticas determinaron reforzar las medidas sanitarias al interior de los recintos religiosos de la Diócesis de Zamora, los feligreses deberán utilizar cubrebocas y gel antibacterial de manera obligatoria, así como respetar la sana distancia. Además, se informó que las celebraciones eucarísticas se realizarán con un aforo máximo del 50%. En el caso de las fiestas patronales, dieron a conocer que permanecerán en diálogo con los ayuntamientos, para regularlas y evitar riesgos de contagio. Como parte de la vigilancia epidemiológica, se practicarán pruebas rápidas aleatorias entre los fieles, mediante una unidad móvil que visitará las distintas comunidades y municipios de la región.