En su reciente ensayo "Bibliotecas. Una historia frágil", los historiadores Andrew Pettegree y Arthur der Weduwen argumentan que las bibliotecas físicas no solo sobrevivirán a la era digital, sino que también los bibliotecarios continuarán siendo una parte esencial del acceso al conocimiento, sin ser reemplazados por algoritmos.
En una entrevista, Pettegree compara la situación actual con la transición del pergamino a los libros impresos. Aunque en su momento hubo preocupación por la desaparición de los textos en formato físico, la realidad demostró lo contrario, ya que el libro impreso se consolidó y expandió. De manera similar, aunque la lectura digital es cada vez más común, el libro físico sigue siendo valorado y adquirido por muchos. Pettegree sostiene que la idea de bibliotecas totalmente digitales no ha prosperado y que las bibliotecas públicas desempeñan una función social indispensable.
Pettegree y Der Weduwen, de la Universidad de Saint Andrews en Escocia, han analizado más de 300 bibliotecas y archivos para elaborar su estudio. Destacan que de las 2.6 millones de bibliotecas institucionales en todo el mundo, solo 404,000 son públicas, lo que refuta la idea de que la mayoría de los libros están en manos del público.
Ambos autores han revisado diferentes tipos de bibliotecas, desde las eclesiásticas hasta las universitarias, y han observado cómo su función ha evolucionado a lo largo del tiempo. Inicialmente reservadas para eruditos y académicos, las bibliotecas se han democratizado desde la invención de la imprenta en el siglo XV, permitiendo que más estratos sociales accedan a la lectura. Sin embargo, Pettegree señala que tardaron 400 años en establecerse las primeras leyes de bibliotecas públicas.
Los historiadores también destacan que, aunque los libros han sido utilizados por diversos regímenes en sus esfuerzos bélicos y censuradores, la amenaza más persistente para las bibliotecas ha sido el deterioro físico. La humedad, el polvo y los insectos han causado más daños a largo plazo que la destrucción deliberada, según Der Weduwen.
El estudio de Pettegree y Der Weduwen sugiere que, a pesar de los avances tecnológicos y los desafíos, las bibliotecas físicas seguirán siendo un pilar en la cultura del conocimiento, complementando, en lugar de ser reemplazadas por, las innovaciones digitales.
¿Cuáles son las 5 mejores bibliotecas públicas de México?
1. Biblioteca Vasconcelos, CDMX.
La Biblioteca Vasconcelos de la Ciudad de México es un recinto bibliográfico ubicado en el centro de la capital mexicana, contiguo a la antigua estación de trenes de Buenavista y al Tianguis Cultural del Chopo. Se encuentra en el centro de la Ciudad de México, se inauguró el 16 de mayo de 2006 y el servicio al público comenzó el 1 de junio de ese mismo año. Su diseño y amplitud es reseñado de manera continua en revistas y publicaciones de arte y arquitectura. La biblioteca fue proyectada por un equipo encabezado por el arquitecto mexicano Alberto Kalach.
2. Biblioteca Palafoxiana, Puebla.
La Biblioteca Palafoxiana es un recinto bibliográfico de la ciudad de Puebla, fundada por el obispo español Juan de Palafox y Mendoza en 1646.? Ubicada en el centro histórico de la ciudad de Puebla de los Ángeles, es un Monumento Histórico de México desde 1981 y fue incluida por la UNESCO como parte del Programa Memoria del Mundo desde 2005. Fue la primera biblioteca pública de América.?
En 1646, el obispo Palafox donó su biblioteca personal, compuesta de cinco mil volúmenes, al Seminario de San Juan pero instruyó que además del clero podía ser consultada por todos aquellos que quisieran estudiar, pues su principal condición fue que estuviera abierta al público y no solo a eclesiásticos y seminaristas.
3. Biblioteca Pública de San Miguel de Allende
En 1954, La Biblioteca empezó a funcionar en una casa particular, y en 1958, se cambió a su lugar presente en Insurgentes #25. La Biblioteca Pública de San Miguel de Allende, A.C. provee actividades educativas y culturales para la integración armoniosa de la comunidad.
4. Biblioteca Pública del Estado de Jalisco "Juan José Arreola", Guadalajara.
La Biblioteca Pública del Estado de Jalisco "Juan José Arreola" es una institución dedicada a la promoción de la lectura, el acceso a la información y la difusión cultural en el estado de Jalisco, México. Recibe su nombre en honor a Juan José Arreola , reconocido escritor mexicano nacido en Jalisco.
La biblioteca cuenta con una amplia colección de libros, revistas, periódicos y otros materiales impresos en diversos formatos y géneros. Su objetivo principal es brindar a los usuarios un espacio de encuentro con la cultura y el conocimiento, fomentando la lectura y la investigación.
5. Biblioteca Central UNAM
La Biblioteca Central (BC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) es una biblioteca universitaria que cuenta con acervos multidisciplinarios abiertos para toda la comunidad universitaria. Está ubicada en la Ciudad de México, dentro de la Ciudad Universitaria de la UNAM (CU). Es la más grande de las 140 bibliotecas que integran el Sistema Bibliotecario y de Información de la UNAM SIBIUNAM, coordinado por la Dirección General de Bibliotecas y Servicios Digitales de Información (DGBSDI).
Dentro de la Ciudad Universitaria, la Biblioteca Central UNAM ocupa un lugar preponderante, además de que corona la obra arquitectónica de todo el campus sin perder la escala humana. Se ha convertido en el emblema visual de la UNAM y de la cultura en México. Es uno de los elementos urbanos más fotografiados de CU? y de la ciudad de México.