A pesar de ser un delito federal que puede ser castigado con cárcel en el estado de Colima va en aumento la instalación de máquinas tragamonedas en centrales camioneras, tiendas de abarrotes y comercios de distintas colonias, pero ninguna autoridad realmente combate el problema, explicó el abogado Abraham Méndez Palomares.
"Es una parte de que la policía estatal y la secretaría de seguridad no ha hecho su función, si ven niños en ese tipo de "maquinitas" jugando está prohibido para niños, entonces si pasa el policía y ve que el niño está jugando tiene que haber una función para propietario de la tienda reportalo mínimo al ayuntamiento para que cumpla su función, pero aquí está involucrada todas las autoridades desde el inspector del municipio que no cumple su función".
Los permisos para la operación y la colocación de máquinas tragamonedas los rige la Secretaría de Gobernación, la Ley Federal de Juegos y Sorteos, y si un establecimiento no cuenta con el permiso la PGR debe realizar operativos para retirarlas, además los ayuntamientos al expedir o renovar las licencias comerciales deben verificar que no existan este tipo de máquinas, explicó el experto.
"Es una obligación reportar la existencia de ese delito a la PGR, pueden ser hasta los propios vecinos, pero quien tiene la obligación de reportarlo es la policía preventiva y darle vista a la autoridad federal que en tal tienda o ubicación hay una maquinita presumiendo que se puede cometer un hecho delictivo con esa maquinita, que la persona que la está explotando no tiene autorización para trabajar con ese tipo de elementos".
Méndez Palomares cuestionó la actitud de las autoridades y los ciudadanos que han hecho caso omiso al problema, que está afectando a adultos y menores de edad, porque las sanciones son administrativas y sólo en caso de reincidencia se castiga con privación de la libertad hasta por seis años.