Aunque algunas mujeres aún no identifican todas las vertientes de la violencia obstétrica o pueden pensar que esto sólo les sucede a las mujeres embarazadas, este tipo de violencia también se presenta como una violación a los derechos humanos y reproductivos de la mujeres. Por lo general se da en el ámbito de la atención al embarazo, parto y puerperio, pero también influye la violencia institucional y la de género y ocurre tanto en servicios públicos como privados.
La más común se da durante el parto y esta comprende insultos, regaños, burlas, ironías y amenazas pero también los siguientes datos forman parte de la violencia obstétrica:
-Aplazamiento de la atención médica urgente
-Negación de la asistencia oportuna
-No consultar o informar a las pacientes sobre decisiones que se tomarán durante el parto
-Utilizarlas como objeto didáctico sin respeto a su dignidad humana
-Preguntas y ambientes incómodos durante consultas
-Persuadirlas para obtener el "consentimiento" para aplicar otros procedimientos como cesárea o ligaduras de trompas
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012, México ocupa el cuarto lugar a nivel mundial en el uso de la práctica de cesáreas sin indicación médica, además revela un incremento de esta acción en el 60.4 por ciento de los casos en el sector privado y de 33.7 por ciento en el público.
Otro estudio realizado por el Grupo de Información en Reproducción Elegida, señala que durante el año 2015 en las diferentes Secretarías de Salud del país hubo 266 denuncias por violencia obstétrica, de la cuales 130 corresponden a Guerrero, 54 en Morelos, 18 en CDMX, 14 en Estado de México e igual número en veracruz, y también reveló que Colima Campeche y Michoacán son los estados donde menos se registran casos, sin embargo esto no quiere que no los haya.
Por estas razones en 2016 la Encuesta Nacional sobre la dinámica de Relaciones en los Hogares, incluyó por primera vez preguntas destinadas a evaluar estos aspectos y en lo que va de este 2018 la Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió 22 recomendaciones por casos de violencia obstétrica en diferentes instituciones de salud.
En lo respecta al estado de Colima, el Congreso Local aprobó en mayo de 2015 reconocer la violencia obstétrica como una forma de violencia contra las mujeres y así visibilizar estos abusos.