En los últimos años, el aprendizaje móvil, conocido como m-learning, ha emergido como una de las tendencias más disruptivas en el campo de la educación. Esta modalidad, que permite a los usuarios acceder a contenido educativo a través de dispositivos móviles, ha transformado la manera en que los estudiantes interactúan con el conocimiento.
El m-learning se refiere a cualquier forma de aprendizaje que se lleva a cabo mediante dispositivos móviles como smartphones y tabletas. Esta metodología permite a los estudiantes aprender en cualquier lugar y en cualquier momento, aprovechando la flexibilidad que los dispositivos móviles ofrecen. Los recursos educativos pueden incluir aplicaciones interactivas, videos tutoriales, libros electrónicos y plataformas de aprendizaje en línea
Una de las principales ventajas del m-learning es su accesibilidad. Los estudiantes pueden acceder a materiales educativos sin importar su ubicación geográfica, lo que democratiza el acceso a la educación. Además, el m-learning facilita un aprendizaje personalizado. Las aplicaciones educativas a menudo ofrecen contenido adaptado al nivel de habilidad del usuario, permitiendo un ritmo de aprendizaje individualizado.
Se estima que más del 70% de los estudiantes universitarios utilizan algún tipo de aplicación móvil para apoyar su aprendizaje, ya sea para acceder a recursos educativos, colaborar con compañeros o gestionar sus estudios.
El aprendizaje móvil también fomenta la interactividad. Las aplicaciones y plataformas móviles suelen incorporar elementos gamificados, como cuestionarios y juegos, que mantienen a los estudiantes comprometidos y motivados. Este enfoque interactivo puede mejorar la retención de la información y hacer el proceso de aprendizaje más atractivo.
A pesar de sus muchas ventajas, el m-learning no está exento de desafíos. La brecha digital sigue siendo una preocupación importante; no todos los estudiantes tienen acceso a dispositivos móviles o a una conexión a internet estable. Además, la sobreexposición a pantallas puede tener efectos negativos en la salud, como fatiga ocular y problemas de postura.
Hasta 2022, 25,3 millones de personas mayores de seis años no cuentan con conexión a internet, por falta de habilidades, de recursos económicos y de interés según la Encuesta Nacional Sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (Endutih)
El m-learning continúa evolucionando con la integración de nuevas tecnologías como la inteligencia artificial y la realidad aumentada. Estas innovaciones tienen el potencial de crear experiencias de aprendizaje aún más inmersivas y adaptativas. La clave para el futuro del m-learning será la capacidad de adaptarse a las necesidades cambiantes de los estudiantes y la evolución de las tecnologías.
En el ámbito empresarial, el m-learning se ha convertido en una herramienta clave para la capacitación de empleados. Empresas globales están adoptando plataformas de m-learning para ofrecer formación continua a sus empleados, lo que se traduce en una mayor flexibilidad y ahorro de costos.