"En una ocasión en un predio que se llama Atravesada ahí nos atrapó el fuego, cambiaron el viento y la humedad relativa a la temperatura y nos andábamos quemando".
Así es como recuerda Salvador Rodríguez Leal, uno de los tantos incendios forestales que ha combatiendo en sus 33 años de servicio en la Comisión Nacional Forestal, labor en la que ha puesto en riesgo su vida junto con sus compañeros, pero para él aunque es una experiencia difícil ha sido gratificante, porque han evitado que el fuego cobre vidas o acabe con áreas agrícolas.
"Se siente feo tener el fuego encima en la espalda, es demasiado calor que irradian los incendios grandes, pero a la vez es una satisfacción estar en el combate a los incendios ya que ves un incendio y es como estar en un reto más, este incendio lo voy a combatir, pero primero viendo la seguridad del personal".
A tres décadas de distancia recuerda que inició en este trabajo por necesidad en 1985, pero con el paso del tiempo le comenzó a gustar, además en la actualidad las condiciones en las que combaten el fuego han cambiado ya cuenta con botas, ropa y equipo tecnológico, es decir van más seguros y antes iba como estuvieran vestidos, incluso en huaraches.
De las necesidades de su equipo Chava como le llaman sus compañeros de trabajo, dice que siempre habrá porque son solo 27 combatientes de la Conafor en todo el estado.
"En realidad en la temporada fuerte no nos damos abasto, porque hay muchos incendios y es poco el personal, pero se siente una satisfacción grande el haber participado en el combate y apoyar un poquito en lo que es el cuidado al medio ambiente".
