A pesar de que en el año 2015 la producción nacional de copra de coco registró tasa de crecimiento negativa de menos 0.1 por ciento al pasar de 209 mil 746 toneladas en 2005 a 208 mil 430 toneladas en 2015, para el 2018 se recuperó al pasar a más de 221 mil toneladas a nivel nacional.
En los últimos años, el boom de los productos orgánicos derivados del coco, ha impulsado su demanda para fines industriales como jabones, productos del cuidado personal, aceites comestibles y hasta ropa elaborada con fibra de coco.
De acuerdo con los datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera, México ocupa el octavo lugar mundial en la producción de este cultivo. El coco, se produce principalmente en Colima, Campeche, Chiapas, Guerrero, Michoacán, Jalisco, Tabasco y Veracruz.
Respecto al estado, anualmente se producen más de 18 mil 574 toneladas, que, en conjunto con otras entidades federativas, concentran el 98.6 por ciento del volumen nacional.
Este fruto seco es el más grande que existe en la naturaleza y, de cual, se obtiene un valor comercial estimado en mil 544 millones de pesos, es cosechado en los meses de febrero y mayo, cuando se obtiene cerca del 43.9 por ciento del total del volumen anual.