Desde la segunda semana de enero empezó a presentarse una desaceleración en la velocidad de la transmisión de COVID-19 en Sonora.
La subsecretaria de Salud, Gabriela Nucamendi Cervantes, indicó que los contagios bajaron en un 2.3 por ciento mientras que los decesos en 7.4.
Del 3 al 9 de enero se presentaron más de 6 mil casos y nueve decesos, mientras que del 10 al 16 del mismo mes fueron menos de seis mil casos confirmados y 9 defunciones.
Gabriela Nucamendi apuntó que, de los 6 mil casos, el 96.4 por ciento, es decir, 5 mil 784, fueron ambulatorios, el resto presentaba síntomas graves que requirieron hospitalización.
"Tenemos una desaceleración de la transmisión, no significa que ya no haya casos ni que no vayamos al alta, significa que la desaceleración que se está dando es menos acelerada que lo que teníamos en semanas previas", explicó.
A su vez, Alberto Monteverde Maldonado, médico alergólogo e inmunólogo y tratante de casos COVID-19, dijo que la disminución de la velocidad de contagio del virus se debe a que en este mes de enero no se tiene fechas festivas en donde la gente aproveche para salir a divertirse en aglomeraciones.
"Ya se acabaron las fiestas aglomeradas que se generaron en Navidad y Año Nuevo, Reyes Magos en donde la gente se haya aglomerado en espacios cerrados, eso hace que se espacien los contagios y eso hace que disminuya a que la gente se contagia", dijo.
En tanto, Gerardo Álvarez Hernández, doctor en Epidemiología, consideró que todavía faltan dos semanas más para presentarse una disminución notoria de casos confirmados de COVID-19.
"Una ola, un repunte epidémico dura entre cuatro y ocho semanas de intensidad, en algunos casos, en las primeras olas se da en dos semanas, entonces, es muy posible que todavía quede un par de semanas de actividad intensa", puntualizó.