"El haikú es un tipo de poesía japonesa que descubrí y ya la había leído algunas veces sin saber que era pero empecé hace unos 25 o 30 años, me metí de lleno a estudiar la forma del haikú, es muy breve son breves instantes de los que hay que retratar en un poema de tres líneas o tres versos divididos en 17 sílabas".
Aunque lleva 20 años escribiendo de manera profesional, Melquiades Durán Carvajal, escritor colimense, señala que comenzó a redactar por necesidad hace casi 40 años.
"Yo inicio como maestro rural en la Sierra de Manantlán en un lugar muy lejano fuera de la civilización sin luz, ni carreteras y muchísimos alumnos, entonces los maestros que llegamos ahí no teníamos libros ni recursos didácticos, había un festival y los que sabían bailar bailaban, los que sabían declamar declamaban entonces me puse a hacer guiones para niños para teatro y luego poemas para niños, para el día de la madre, para el día del padre".
"Como estudiante normalista me puse a entrar en algunos concursos, llego a Colima y gané un concurso de guiones para teatro y eso fue lo que creo que me dió el impulso para seguir escribiendo".
"Después obtuve el premio del cuento de la feria de Colima, la edición del 91 y otro de los que más me gusta mencionar porque hay que decirlo porque me fue bien en la promoción y lo económico, es con Haikús un dia lo metí a concurso para la biblioteca del rincón a nivel nacional y me lo seleccionaron y de este me hicieron un tiraje de 83 mil 500 que está repartido en las escuelas primarias del país, es el que más ha trascendido".
El hombre, describe la escritura como lo mejor que le ha pasado en la vida y reveló que uno de sus propósitos es escribir novelas, acción que ya está poniendo en práctica.
"Es mi vida, porqué lo digo? porque cada uno es una parte de una etapa que fui viviendo y pues ahora es mi vida porque en cada uno se plasma lo que fui viviendo y en el momento en el que me encuentro ahorita"
"Tengamos intención de ser escritores o no la lectura nos va abrir muchísimas puertas y he encontrado en el haikú una llavecita pequeña pero que abre grandes puertas, que motiva a los maestros a hacer buenos trabajos porque ellos no están tan condicionados como los adultos/perdimos la capacidad de asombro el niño aún se asombra de un charco de agua, de un colibrí, mariposa y son más frescos al escribir y da buen resultado".