Colima es considerada una de las entidades con zonas críticas forestales por la tala ilegal y la destrucción de bosques y selvas, así lo señala la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente.
En la zona urbana existen casos de tala o poda de árboles protegidos como la Parota, lo que se traduce en la falta de ordenamiento territorial, ecológico y comunitario.
A pesar de que las autoridades reconocen el problema del derribo, no se cuenta con una estadística sobre la tala de árboles en zonas urbanas.
"Y la tala por ejemplo en los ecosistemas pues simplemente es económico, sí hay una planeación pero hay gente que no respeta ese plan de manejo y tala indiscriminadamente, eso se trata de autoridades", así lo explicó Irma Xóchitl Amador Ramírez, responsable del programa Silvícola Universitario de la Universidad de Colima.
Los días 6 y 7 de marzo Profepa instaló un filtro de revisión en la entidad por riesgos de deforestación.
La tala ilegal es un delito federal regulado por la Ley General del Equilibrio Ecológico.
"Todo el arbolado que se encuentra dentro de las zonas urbanas le toca verificarlos a los Ayuntamientos, normalmente hacemos visitas en conjunto cuando se trata solicitudes de permiso principalmente en estatus de protección por parte del estado", explicó Hermes Horacio Celis Ortega, director de Gestión Ambiental de Imades Colima.
Al construir una colonia los desarrolladores deben generar espacios de recreación para los habitantes, la realidad es que en ocasiones terminan derribando los pocos árboles de la zona.
"Cada fraccionador dona una parte supuestamente para área verde pero inmediatamente la convierten en con cemento, banquitas y pasto; y entonces por qué no se cambia eso y es zona de donación pero que se mantengan los árboles como están", señaló Amador Ramírez.
"En toda la ciudad se hace, la realidad es que en toda la ciudad hay gente que quita árboles o pone árboles también cada que lo quieren o cuando lo necesitan, la mayoría de las veces es por tema de construcción", detalló el funcionario de IMADES.