Del proyecto de taxis incluyentes que surgió en sexenios anteriores, hoy sólo quedan 3 unidades vehiculares y está en riesgo de desaparecer porque su continuidad es incierta, así lo confirma Gustavo Ayala Barbosa, a quien también se le prometió una concesión en la pasada administración estatal y no le cumplieron.
"De los tres compañeros que quedábamos pensábamos que íbamos a salir beneficiados con el derecho de sitio de los 20 personas que iban a salir beneficiadas para discapacidad, resulta que no, nada más salió uno de mis compañeros".
Al no contar con una concesión, Gustavo resalta que su fuente de empleo está en riesgo pues el pasado 31 de octubre venció el permiso con el que ha laborado durante estos años y desconoce si la nueva administración estatal renueve la autorización de trabajo.
"Me quedaría sin trabajo y pues esta, prácticamente la camioneta es mi silla de ruedas y mi herramienta de trabajo porque yo tengo dos cirugías de columna, yo no puedo caminar mucho y traigo mi andadera, entonces, este" / "Si ya no nos extienden más permisos provisionales, pues hasta ahí vamos a quedar".
Si llega a desaparecer el servicio de taxi incluyente, destaca Gustavo, decenas de personas que dependen de éste también resultarán afectados. Ante ello, pide a la nueva administración voltear su mirada hacia este sector para que ellos no pierdan su empleo y el servicio siga vigente.