Termoléctrica sigue dañando a Manzanillo

Desde su instalación la Termoeléctrica de Manzanillo ha generado diversas afectaciones tanto al medio ambiente como a las personas que habitan a su alrededor y poco se ha hecho para evitarlo o resarcirlo afirma la activista ambientalista, Sandra Delgado del colectivo Vigilemos Manzanillo (ViMa).

"Las autoridades no han reconocido nunca el daño o la afectación, ni tampoco han combatido los estragos que han dejado. Entre las principales afectaciones que se han tenido en esta zona, en esta comunidad de Campos, primero enfermedades infantiles, extraoficialmente se conoce que niños de campos han presentado cuadros de insuficiencia pulmonar y también el deterioro ambiental pues no podemos negar que la laguna de Cuyutlán se ha visto seriamente afectada". 

Agregó que ya no hay actividad agrícola alrededor de la laguna y los árboles frutales de la zona constantemente presentan pigmentos corrosivos, lo que se le llama ollín, en frutos, tallos y hojas.

Recordó que en 1999 fue cuando más se recrudecieron las protestas de la población al respecto y en ese entonces se hizo un estudio por parte de las autoridades, sin embargo la población consideró que no fue el adecuado pues se hizo en tiempo de lluvias y el ambiente se limpia propiamente con la lluvia.

De igual forma detalló que quien llega a Manzanillo todavía puede ver aunque con menos frecuencia las grandes estelas que dejan las fumarolas negras saliendo de las chimeneas, pues aunque se dijo que el funcionamiento de la termo desde hace años sería con gas natural para evitar eso, el uso del combustóleo se realiza de manera parcial e intermitente.