Es falso que los termómetros infrarrojos utilizados para medir la temperatura corporal en las entradas de tiendas o centros de trabajo causen daños en neuronas y ojos como se ha difundido a través de redes sociales.
De acuerdo con especialistas, el cuerpo emite calor mediante distintos tipos de ondas infrarrojas, mientras que estos termómetros funcionan como un sensor de luz infrarroja que mide esas ondas y las convierte en datos de temperatura. La potencia de esa luz es muy baja y no causa daños en la piel, tampoco emite radiación similar a los rayos X y mucho menos mata neuronas.
La Organización Mundial de la Salud declaró que esta es una herramienta confiable y de gran utilidad durante la pandemia por Covid-19, incluso, sugiere que la mayoría de casos exportados del nuevo coronavirus fueron detectados por medio de este aparato que sin tener contacto permite detectar si un individuo tiene fiebre, uno de los principales síntomas del virus.
Pero, ¿cuál es el uso correcto de esta herramienta? La Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos, afirma que el uso de termómetros infrarrojos debe realizarse estrictamente como marca el fabricante y si este especifica que además de la frente, permite medir la temperatura en muñeca, brazo o cuello, de no ser así, evitar hacerlo, ya que la mayoría de fabricantes especifican que debe realizarse apuntando a la frente de la persona, luego de que haya estado un tiempo en reposo y tenga despejada la zona.
Entre tanto, el doctor Carlos Enrique Tene Pérez, director de prevención asistencial de la SEDEFU en la Universidad de Colima, advirtió que la mejor zona para la toma de temperatura a través de un termómetro infrarrojo es la parte frontal del rostro y la parte torácica. Agregó que las extremidades como brazos y piernas no es la mejor zona para medir la temperatura corporal, pues con el simple hecho de realizar el braceo al caminar pierden calor y, por tanto, se corre el riesgo de detectar una temperatura errónea.
Para captar la temperatura con estos dispositivos, la distancia idónea es de 1 a 15 centímetros de distancia a la parte frontal de la cabeza, se recomienda usarse en espacios libres de corrientes de aire, de sol directo o fuentes de calor, así como temperaturas muy heladas, la temperatura ambiental debe ser entre los 16 a 40 grados centígrados y la humedad relativa por debajo de los 85%.