Aurora es empleada doméstica desde hace más de 25 años, forma parte de los 2,3 millones de personas en México que se dedican a esta actividad.
Sus ganas de salir adelante ante los problemas económicos que enfrenta la sociedad, sacar adelante a su familia y darles una vida sencilla pero estable, fue lo que la impulsó a ganarse la vida de esta forma.
A lo largo de los años ha tenido patrones accesibles y otros no tanto, pues hay quien además de explotarla en varias ocasiones buscó humillarla.
"He tenido malas experiencias en cuanto la ropa usada que no les queda te la quieren vender, el taco que les sobra también te lo venden después de ofrecerte, te lo rebajo de lo que te pago, incluso pues me han humillado de robar, para eso trabajo para salir adelante, si voy a robar no lo voy a hacer en una casa que no tenga nada".
"No te puedes venir antes ni porque un hijo está enfermo, hasta que terminas/me tocaron como dos que para eso tenía a alguien para que cuidara a mi hija imaginate si voy a trabajar para pagar es como no trabajar, ni la energía ni la desatención a mis hijos".
No cuenta con seguro médico, prestaciones de ley, ni un contrato que la avale, mientras que su horario es incierto, pues depende de las actividades que tenga que hacer y cuánto se tarde.
"Muy aprovechados, te quieren pagar poco pero tienes que lavar, planchar, hacer de comer y todo el aseo por 100 o 150 y muchas horas, hasta que termines/te preguntan cuánto es lo que cobras por hacer el aseo, pues en varias casas me pagan esto, no pues no te puedo pagar tanto pero sí te exigen mucho para lo que pagan".
"Te cortas con vasos, yo en cada trabajo que voy me pica un alacrán no sé si sea de bienvenida con los trapeadores pero siempre pasa algo, me he caido de escaleras y me dicen porqué no vienes? porque me pusieron una férula pero ni siquiera se molestan en llevarlo a uno, imaginate un accidente mayor en escaleras sobre todo".
Según el último informe sobre trabajadoras del hogar de la Conapred, el 76.8 por ciento de las empleadas domésticas tiene un estrato socioeconómico bajo y medio bajo, el 16 por ciento un estrato medio alto y solo el 7.7 un estrato alto.
Y aunque Aurora no presume de tener un sueldo acorde a su desgaste físico, busca acudir con orgullo y optimismo a realizar sus labores. Su historia, es como la de miles de mexicanas que no tienen trabajos formales.