A través de su alegría y la música que toca en su armónica, Guadalupe busca llegar al corazón de las personas que caminan por la calle Madero, en el centro de Colima, para que lo apoyen con unas monedas para su sostenimiento diario.
"Mira yo perdí la vista a la edad de los 2 años, hubo una persona que me regaló una armónica como esta y me acuerdo como en un sueño que me dijo: mira, si aprendes a manejar este instrumento, por medio de él vas a tener una ayuda de la gente"
Aunque afirma ser originario de Sonora, Guadalupe comparte ser colimense por adopción pues arribó a la entidad en 1994 y desde entonces hizo de Colima su nuevo hogar.
"Escucho por ejemplo una canción que me llama la atención y digo, bueno esta yo la voy a sacar y sí, la saco, primero para mí y luego para la gente"
Menciona que el apoyo de la gente es fundamental para llevar el sustento a su hogar, donde habita con su esposa Anita Arellano, quien también es una persona con discapacidad.
Señaló que, además del apoyo de la gente, también le gustaría tener más amistades.
"Pues más que ver a una persona que causa mal aspecto, en las calles, porque así nos dicen que causamos mal aspecto en las calles, que vean que soy un ser humano. Más que una moneda, lo que necesito es el apoyo moral de las personas, o sea, amistad"