El sistema de transporte público de Colima sigue relegando a las personas con discapacidad motora. En la actual administración estatal, a la que le falta un año para concluir, este sector de la población no puede hacer uso de los autobuses de transporte público porque no están adaptados para que puedan subir, reconoce Jesús Dueñas García, director del Instituto Colimense para la Discapacidad.
"Al no haber un vehículo adaptado o un parque vehicular de transporte adaptado, lo que hicimos fue tratar de cambiarles el chip a los conductores de taxi convencional, taxis amarillos que conocemos todos y dimos una capacitación a 200 choferes de taxi, la capacitación iba en el sentido al servicio que se le tiene que dar a la población con discapacidad".
Lo cierto es que cuando las personas con discapacidad motora solicitan el servicio de un taxi convencional, en muchas ocasiones les niegan el servicio.
De los taxis incluyentes que había años atrás en que una cooperativa operaba 15 unidades, actualmente sólo trabajan dos camionetas tipo van.
El titular del Incodis reconoce la urgencia de caminar hacia un sistema de transporte incluyente que deje de relegar a las personas con discapacidad, incluyendo la motora.
Actualmente se revisa el estado de tres autobuses adaptados con rampas, que dejaron de operar años atrás.
"Estamos prácticamente en la revisión de los camiones, en las condiciones en las que están, confiamos en que la cooperativa de estos camiones está con toda la voluntad de reactivarlos".
De acuerdo con el INEGI, hasta el 2010 en Colima se registró a 17 mil 366 personas con limitación para caminar o moverse, de las cuales, la mayor parte se ubicaron en los municipios de Colima, Manzanillo y Tecomán.