Este viernes 28 de mayo se cumple un año de los peores crímenes contra elementos de seguridad del Colima. Ese día un total de 10 elementos de la Policía Estatal y dos civiles fueron secuestrados por un grupo armado en el municipio de Cuautitlán de Barragán, Jalisco. Cuatro días después, siete de ellos fueron localizados muertos en el interior de una camioneta, cerca de la comunidad de Cedros, en Manzanillo; los cuerpos estaban desmembrados.
De acuerdo a información de la Secretaría de Seguridad Pública, los elementos policiacos fueron asignados a escoltar a un grupo de inversionistas del ramo minero en su visita a La Huerta, Jalisco, y entre ellos se identificó a dos colimenses, uno señalado como hermano del entonces diputado Rogelio Rueda Sánchez.
Tras la visita, los inversionistas retornaron a bordo de un helicóptero, sin embargo los 10 policías y los dos civiles lo hicieron vía terrestre. Cerca de Cuautitlán de García Barragán, Jalisco, casi llegando a Minatitlán, fueron privados de la libertad por un grupo armado.
En las primeras horas de búsqueda, la Secretaría de Seguridad Pública reportó la ubicación dos camionetas utilizadas por los elementos desaparecidos en la brecha La Loma, en territorio de Colima.
La tarde del sábado 30 de mayo, tres mujeres policías y los dos civiles fueron liberados, entre ellos el hermano del ex diputado local.
El 1 de junio se confirmó el hallazgo de una camioneta Chrysler Pacífica color plata cerca de una cancha de fútbol de la comunidad de Los Cedros, en Manzanillo, y en su interior los restos de los 7 policías colimenses secuestrados.
Hasta este día, la Fiscalía General del Estado no ha rendido un informe sobre las investigaciones sobre este hecho.