En pleno invierno ya se siente un intenso calor en las calles de Colima y el tejuino es una de las bebidas típicas para refrescarse.
"Es un producto que busca mucho la gente por su sabor, por gusto, porque se puede tomar ya sea con mucho limón o sin hielo. Yo creo que, por ejemplo, que por lo regular así esté fresco o esté haciendo aire fresco, aún así vienen a buscarlo", expresó Jaime Hernández, titular del negocio.
Jaime y su esposa Gabriela están a cargo del pequeño negocio que les heredó hace más de 30 años la señora Alicia, fundadora del Tejuino Arcoíris, hoy en día Tejuino Gaby.
"Nosotros compramos el maíz, tenemos molino en la casa, lo molemos, y una vez molido se empaca la masa, se congela para dejar en su punto la fermentación y no se pase más"
Destaca que el secreto para mantenerse entre la preferencia de la gente es que conserve la esencia artesanal.
"Se va preparando de acuerdo a cómo se va necesitando, para que su sabor sea todavía artesanal. Piloncillo, canela, y el piloncillo que nosotros manejamos por lo regular siempre lo compramos por cosecha para que sea fresco también"
Jaime busca que este negocio perdure por muchos más en la esquina de la calles Madero y Cadenas, del centro de Colima, incluso que llegue a más países de los que ya ha llegado.
"Que yo recuerde tengo clientes que son de Canadá y de Estados Unidos, que por lo regular cuando vienen de vacaciones ya llegan directo conmigo" / "cuando ya regresan a su origen se llevan el atole envasado"