"Tengo toda mi vida, desde chiquita empecé a trabajar así vendiendo y hasta ahora el día de hoy estoy echándole ganas para salir adelante".
Tomasa Guadalupe, es una mujer de 64 años de edad, quien vende mazapanes y servilletas de tela en el crucero de avenida Felipe Sevilla y Constitución del municipio de Colima para sacar dinero para los gastos diarios, el pago de la renta y los servicios básicos del hogar.
"Vendiendo poco a poquito voy juntando diario pos lo que vendo no me lo gasto todo porque tengo que guardar para completar, sino como voy a completar cuando se llegue el día".
Con sus piernas que apenas responden y un bastón que le sirve de apoyo para sostenerse, todos los días sale con el ánimo de que le irá bien.
"Cuando me siento bien mal que me duele mucho no salgo, pero ya cuando puedo pararme poquito es cuando me vengo a vender porque sí me duele bien mucho porque a veces se me doblan mis rodillas".