La leyenda de San Felipe de Jesús, Santo Patrono Protector contra Incendios y Temblores en Colima, data del año 1668 cuando aún era mártir.
José Agustín Márquez Gileta, colaborador del Archivo Histórico de Villa de Álvarez, relata que en aquella época, con la necesidad de encomendarse a un ser supremo que que los protegiera de este tipo de desastres, lo eligieron como su santo patrono.
"un regidor sale porque le hablan a fuera de la sala de cabildo y se encuentra con un monje Franciscano quien le dice que él sabe que están eligiendo a un santo patrono y le recomienda a San Felipe de Jesús, el regidor mete su propuesta en un papelito y sale San Felipe de Jesús, votan tres veces y las tres veces gana San Felipe de Jesús".
Desde entonces comenzaron a venerar a San Felipe de Jesús, a quien realizaron un juramento, mismo que fue renovado el 5 de mayo de 1941, tras un temblor que ocasionó que se cayera Catedral, Palacio de Gobierno y varios edificios históricos.
Por ello, a partir de entonces, año con año, se da inicio a las fiestas patronales ahora el 5 de febrero en el municipio de Colima, con el juramento que se lee en el Jardín Núñez, acción que está a cargo del presidente municipal o secretario de ayuntamiento.
"En realidad el inicio de las Fiestas Patronales Para San Felipe de Jesús que inician en Colima y se hacen en el Beaterio ahí está su altar, pero también al mismo tiempo se realizan en Villa de Álvarez".
En 1857, comenzó a construirse en Villa de Álvarez, la monumental Plaza de Toros la Petatera, sin embargo, un año que no se construyó, hubo un temblor, por ello, los tabladeros prometieron durante el juramento al santo patrono, realizar año con año la mayor artesanía.
"Los tabladeros dicen que si no la ponen la petatera puede volver a temblar y creen que San Felipe de Jesús se puede enojar.
San Felipe de Jesús nació en Ciudad de México en 1572, cuando era jóven, durante una persecución contra los cristianos, fue colgado en una cruz con una soga al cuello, mientras se ahogaba, los soldados lo atravesaron con dos lanzas a los costado, muriendo el 5 de febrero de 1597.
Fue beatificado el 14 de septiembre de 1627 y canonizado el 8 de junio de 1862, convirtiéndose en el primer santo mexicano.