Venezolanos encuentran refugio en Colima

"La situación en el país estaba muy fuerte, la crisis  no había comida, no había medicamentos, la delincuencia estaba desbordada era muy triste, porque no conseguíamos alimentos y muchas veces teníamos que acostarnos a dormir porque no se conseguía, teníamos dinero, porque mi hermana que vive en Estados Unidos nos mandaba dinero, si teníamos dinero con que comprar, pero no conseguiamos para comprar".   

Así explica Yalitza los motivos que la trajeron a ella, sus dos hermanas, un hermano, su papá, su mamá y sus sobrinos a radicar en Colima, recuerda que por motivos de dinero su hermana que vive en Estados Unidos los trajo de tres en tres, pero ya aquí por la falta de papeles no les daban trabajo, situación que no los amedrento y optaron por seguir el oficio que les enseñó su mamá desde niños, la costura y así entraron a trabajar a un taller de uniformes, donde el dueño los recomendó para que las autoridades las les dieran papeles.  

"Nos dieron una CURP de visitante por razones humanitarias y así ahorita estamos legales podemos trabajar, podemos estar seguros y gracias a Dios nos ha ido bien".

Con lágrimas en los ojos recuerdan su país, pero dice no proyectan volver porque no hay ni comida.

"Para comprar un pan  aunque sea en la noche debíamos hacer una cola de hasta de cuatro horas y debíamos ir todos para que cada uno le vendiera un pan, una situación muy fuerte, sin medicamentos por lo menos mi papá sufre de la tensión y no encontrabamos qué hacer?.

Los azuage Barona hoy están felices, porque aquí han logrado reencontrarse con su hermana que tenían 20 años de no ver, juntos planean abrir su propio taller de costura para tener más ingresos, a Colima lo consideran un lugar único. 

"Aquí nos sentimos muy bien porque vamos a cualquier establecimiento hasta una tiendita y encontramos comida, medicamentos y allá en Venezuela no, aquí estamos felices nos sentimos bien agusto de estar acá en Colima y muy agradecidas con las personas que son muy atentas y amables".