En Venezuela, el mes de agosto estuvo marcado por un aumento en las protestas a favor del candidato opositor Edmundo González Urrutia, abanderado de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD).
De acuerdo con un informe publicado por el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS), el país registró 229 protestas en apoyo a González, quien asegura haber ganado las elecciones presidenciales del 28 de julio.
Los días 3, 17 y 28 de agosto fueron clave, pues concentraron la mayor cantidad de manifestaciones. Los participantes demandaban transparencia electoral y el reconocimiento de González Urrutia como presidente legítimo. Sin embargo, el detonante principal fue el anuncio del Consejo Nacional Electoral (CNE) y su posterior ratificación por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que dieron la victoria al actual presidente, Nicolás Maduro.
La respuesta gubernamental no se hizo esperar. Según el OVCS, el gobierno de Maduro desplegó una fuerte presencia policial y militar, acompañada de civiles armados, en los puntos de concentración opositores. Estas acciones fueron vistas como una táctica de amedrentamiento para silenciar las demandas de los manifestantes.
El informe también registró que, en paralelo, se llevaron a cabo 115 manifestaciones en apoyo a la reelección de Maduro, protagonizadas en su mayoría por trabajadores de instituciones públicas y militantes del PSUV. Esta división en las calles refleja el tenso ambiente político que vive Venezuela.
A nivel nacional, el OVCS documentó un total de 413 protestas durante agosto, con la gran mayoría relacionadas con la defensa de los derechos civiles y políticos. Además, unas 50 protestas se centraron en problemas recurrentes del país, como la deficiencia en los servicios públicos y los bajos salarios.
La represión no ha sido exclusiva de las manifestaciones. El informe destaca que las autoridades han incrementado la persecución contra líderes opositores, activistas, periodistas y observadores electorales, generando un clima de temor en el país. A pesar de esto, los venezolanos continúan exigiendo respuestas sobre el resultado de las elecciones presidenciales, buscando claridad en un proceso que ha generado controversia tanto a nivel nacional como internacional.