Vivir para servir así son los Bomberos y Edgar Leopoldo Landín Morales es uno de ellos, inició en el semillero de bomberos Colima, lo que se le conoce como el grupo Juvenil, a los 12 años y a sus 27 años, lleva más de la mitad de su vida sirviendo a la población y recibiendo como pago solo la gratificación de ayudar a la gente.
Disciplina y amor al servicio para ser bombero le han implicado sacrificios de momentos propios y de los seres queridos.
"Híjole, pues muchísimas cosas, fiestas de cumpleaños de mis papás, de mis hermanos, navidades que pasamos aquí, de hecho esta navidad y año nuevo la pasamos de guardia, fue la primera vez que yo iba a pasar con mi esposa, me cabo de casar y prácticamente no la iba a pasar con ella, pero hicimos un movedero aquí, un movimiento que mis compañeros de guardia me aceptaron y ella pudo venir"
Los bomberos regularmente no reciben pago alguno solo la gratitud de la gente por sus servicios, sin embargo tienen una vida propia y una fuente de ingresos como cualquier otra persona
"De qué vivimos, pues tenemos definitivamente que sacar de algún lugar y pues de otros trabajos, hay algunos compañeros que son llanteros, tenemos amigos que son mecánicos o compañeros más bien, pero también tenemos amigos que son doctores"
Leopoldo Landín nos comparte que pese a que se hacen convocatorias es poca la gente adulta que se incorpora, no así aquellos que empiezan desde niños, van creciendo y permanecen en el cuerpo de bomberos, quienes al sentir la emoción de cubrir su primer servicio se enamoran y ponen el corazón para servir poniendo incluso de su propio bolsillo para comprar su equipo de protección personal.