Después de habitar por más de 20 años a unos cuantos metros de las vías del tren, familias de la colonia Prados del Sur, en la ciudad de Colima, reconocen ya estar acostumbrados al paso diario de las máquinas del ferrocarril, sin embargo admiten que la inseguridad que genera es lo más preocupante y con lo que han tenido que lidiar durante tanto tiempo.
"Por lo regular pasa en la mañana, pasa a medio día, pasa en la tarde y en la noche sí es más continuo el pasar", mencionó Gabriela Verduzco.
"No pues a veces que uno vive bien, pero a veces los malandros que le roban a uno las cosas que tiene uno", indicó Carmelo Guerrero Sandoval.
Comparten que es tanto su hábito a la unidad de transporte, que quizás hay ocasiones que ya ni se dan cuenta de que ha cruzado.
"Si va el tren muy cargado es cuando sientes la vibración de la tierra y además pasa a veces muy fuerte, muy rápido, no sé, como que hay un, ha de haber hacia Coquimatlán algún cambio de vía y es cuando pasa el tren muy rápido que a veces dice uno: hay ese va muy rápido", señaló Gabriela.
En el caso de Gabriela y Carmelo, así como de sus familias, suman más de 20 años conviviendo con el ferrocarril y para ellos su tránsito es algo tan habitual que ni el sueño les interrumpe.