2,300 muertos en Líbano por ataques israelíes en un año

Desde el inicio de los enfrentamientos entre Israel y el grupo chií Hizbulá hace más de un año, al menos 2,309 personas han muerto y 10,782 han resultado heridas en el Líbano. La mayoría de las víctimas se ha producido desde finales de septiembre de 2023, según el Centro de Operaciones de Emergencia del Ministerio de Salud Pública libanés.

El último informe del Ministerio, publicado el domingo, confirmó que tres personas murieron ese día debido a los ataques aéreos israelíes en el sur del Líbano. En total, el conflicto ha dejado un saldo trágico que sigue aumentando, ya que solo en la última semana se han reportado 84 heridos en diferentes distritos, incluyendo Nabatiyeh y el Valle de la Bekaa.

Los medios locales indican que alrededor de 1,500 de las muertes han ocurrido desde que Israel lanzó una campaña masiva de bombardeos a finales de septiembre, concentrándose principalmente en el sur y este del Líbano, así como en los suburbios de Beirut conocidos como el Dahye. Esta intensificación de ataques ha llevado a que muchas áreas que solían considerarse seguras, incluidos algunos distritos del centro de Beirut, también sean blanco de bombardeos.

Las autoridades libanesas han señalado que aproximadamente 1.2 millones de personas han sido desplazadas de sus hogares debido a la violencia, lo que representa una parte significativa de la población. Además, se estima que unas 400,000 personas han buscado refugio en Siria, a pesar de la inestabilidad persistente en el país vecino desde el inicio de su guerra en 2011.

La situación humanitaria en el Líbano se ha deteriorado rápidamente, y las organizaciones internacionales han expresado su preocupación por el número creciente de víctimas y la crisis de desplazamiento. La comunidad internacional sigue monitoreando el conflicto, a medida que los esfuerzos para encontrar una solución pacífica continúan siendo una prioridad.

Los ataques aéreos de Israel han generado un ambiente de miedo e incertidumbre en la región, y muchos ciudadanos se sienten atrapados en un conflicto que parece no tener fin. La situación actual resalta la urgencia de una intervención internacional que pueda ayudar a estabilizar la región y proteger a los civiles afectados por la violencia.

Con información de EFE.