Al cerrar el año 2022, Sinaloa se mantuvo como la séptima entidad con menor incidencia delictiva en el país, manteniendo su posición respecto a 2021. No obstante, se observó un incremento del 11% en el número de carpetas de investigación por delitos, lo cual plantea interrogantes sobre la situación actual, según datos del Observatorio del Comportamiento Delictivo de Sinaloa realizado por la Coordinación General del Consejo Estatal de Seguridad Pública.
Si se analiza la incidencia delictiva en su conjunto, se puede afirmar que Sinaloa ha logrado mantener una variable estable, lo que le permite ubicarse entre las diez entidades con menor incidencia delictiva en el país. Sin embargo, es fundamental comprender que el comportamiento delictivo es un fenómeno dinámico y complejo, que se nutre de diversas fuentes.
En cuanto a los delitos específicos, se registró el número más bajo de denuncias por homicidio doloso en los últimos 13 años. Sin embargo, preocupa el aumento sostenido del homicidio culposo, con una tasa de 22 casos por cada 100 mil habitantes, superando la media nacional de 13. Este problema está estrechamente relacionado con la movilidad vial.
Por otro lado, se destacó una disminución del 50% en los casos de feminicidio. Sin embargo, la violencia familiar, que afecta principalmente a las mujeres, muestra una tendencia preocupante al alza desde hace cinco años. De hecho, el año 2022 fue testigo del mayor número de denuncias por violencia familiar desde que se lleva registro.
En cuanto al robo de vehículos, es motivo de celebración que Sinaloa se encuentre entre las 17 entidades con menor número de carpetas de investigación, incluso por debajo de la tasa nacional de 110 casos por cada 100 mil habitantes. No obstante, es importante señalar que este delito sigue siendo significativo en todo el país, a excepción de Yucatán, que presenta una incidencia baja, y Coahuila, con una incidencia media.
Uno de los desafíos a atender de manera prioritaria es el delito de violencia familiar, que continúa siendo el de mayor incidencia. Este tipo de violencia requiere una atención especial debido a su impacto en grupos vulnerables, como las mujeres y los niños. Las intervenciones de las autoridades deben enfocarse en los municipios y las víctimas con mayor prevalencia, con el objetivo de prevenir la escalada hacia delitos más graves.
También se observa con preocupación el aumento en las atenciones relacionadas con el consumo de drogas. Datos proporcionados por la Secretaría de Salud indican un aumento del 3,633% en tan solo un año, de 2021 a 2022. Aunque el número de denuncias por este delito ha disminuido, contrasta con la percepción ciudadana de que el consumo y venta de drogas siguen siendo conductas antisociales comunes en las calles de Sinaloa.
De los nueve delitos analizados, solo la violación y el feminicidio muestran una efectividad en el Sistema de Justicia Penal Acusatorio, aunque aún con niveles de impunidad del 72% y 74%, respectivamente. .