El comercio en Imala se vió afectado a inicios de la pandemia por motivo del COVID-19, pues bajó el turismo completamente, fue por eso que cerraron obligatoriamente todos los locales, conversando con algunos locatarios nos dieron el dato de que son aproximadamente 8 locales ubicados en la plazuela y 7 restaurantes en el pueblo.
Desde agosto comenzaron a abrir nuevamente sus negocios, pero aún las ventas siguen bajas, pues mayormente los turistas asisten el fin de semana.
Imala es un lugar tranquilo, donde el principal atractivo además de las aguas termales y su naturaleza, es principalmente el ir a comer a algún restaurante.
Comerciantes esperan una mejora en sus ganancias e invitan a que se empiece a activar el turismo como era antes de la pandemia, todo con las estrictas medidas de salud implementadas ante el COVID-19.