Tras el reciente cierre del viejo Hospital General de Culiacán, los comercios aledaños al nosocomio se han visto afectados viendo bajas significativas en sus ventas de hasta un 80 por ciento.
La situación se ha traducido en recortes de personal, reducción de horarios y, en algunos casos, el cierre definitivo de negocios, además, vecinos denuncian inseguridad en los alrededores, señalando que el inmueble abandonado ha sido utilizado por personas en situación de calle, lo que genera temor entre locatarios y transeúntes.
Pese a la crisis que enfrentan los comercios, tanto el Gobierno del Estado como la Federación tienen planes de rehabilitar el viejo Hospital General para transformarlo en una clínica especializada en traumatología y neurocirugía, un proyecto que podría significar un respiro económico para los negocios que sobreviven en la zona.
Aunque aún no hay una fecha oficial para el arranque de la obra, la propuesta ya ha sido confirmada por autoridades estatales como parte de un esfuerzo conjunto con el gobierno federal para reutilizar la infraestructura hospitalaria abandonada y descentralizar la atención médica de alta especialidad.
Al saber esta noticia, Maribel, empleada de una lonchería, pidió a las autoridades de gobierno que agilicen esta reapertura del nosocomio, ya que entre más pasa el tiempo, más cerca están de perder el ingreso de muchas familias que dependen de estos negocios.
La rehabilitación del viejo Hospital General de Culiacán como clínica especializada podría ser clave para frenar el deterioro económico del centro de la ciudad. Sin embargo, el éxito de esta transición dependerá de la prontitud con la que se ejecute y de la inclusión de quienes han sostenido, por años, la economía local desde sus pequeños negocios.