Hoy 29 de septiembre se celebra el Día Mundial del Corazón, mismo que se instituyó en el año 2000 por la OMS y la UNESCO como una estrategia para dar a conocer masivamente las enfermedades cardiovasculares, su prevención control y tratamiento.
De acuerdo a estas instituciones los padecimientos relacionados con el corazón, como son el infarto al miocardio y los accidentes cerebrovasculares cobran cada año en el mundo más de 17 millones de vidas.
México y Sinaloa no son la excepción ya que no obstante la pandemia de COVID, las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la primera causa de muerte.
La obesidad, la hipertensión arterial, el colesterol elevado y la diabetes, son algunos de los factores que pueden provocar un infarto al corazón, que se manifiesta cuando se obstruye el flujo de sangre al órgano y si no se restablece rápidamente el músculo cardíaco comienza a morir, generalmente se presentan como resultado de grasa acumulada en las arterias.
Los principales síntomas de un ataque cardíaco son dolor intenso en el pecho con sensación de opresión; dolor en brazo izquierdo y cuello; sudoración abundante; fatiga extrema; náusea y vómito.
Para prevenir un infarto al corazón se recomienda llevar una dieta balanceada, reducir los niveles de estrés; realizar actividad física al menos 5 veces por semana por 30 minutos, acudir a revisiones médicas cuando menos una vez al año; mantener un peso óptimo; evitar fumar y moderar el consumo de alcohol.
De acuerdo a cifras de la Organización Panamericana de la Salud, el 30 por ciento de las muertes prematuras de las personas de 30 a 69 años son debido a enfermedades cardiovasculares.