En el kínder Jaime Sevilla Poyastro, en el fraccionamiento Valle Alto, en Culiacán, hay un grupo de 30 niños que toma clases en una bodega y realiza actividades en la explanada.
La dirección del plantel presentó desde el ciclo escolar 2017 - 2018 una solicitud a la Secretaría de Educación Pública y Cultura para la construcción de un aula, pues en ese periodo la dependencia incluyó un tercer grupo de segundo año de preescolar, llamado de incremento, pese a que solo se tenía dos aulas para ese nivel.
En un inicio se asignaron 18 niños, quienes fueron preinscritos en la plataforma digital. Para el siguiente ciclo el número de niños creció a más de 20 niños y niñas, pero en el actual periodo se incrementó a 30.
"El lunes que venimos, el primer día de clases, nos encontramos con la noticia que los niños no tienen aula y los metieron a esta bodega que tienen aquí, donde entraron aquí, es una bodega que está adecuada, la maestra directora la adecuó para un aula por la falta de respuesta de la SEP desde hace dos años que tiene documentos de solicitud", señaló Lim Figueroa, padre de uno de los niños.
En ese tiempo, la dirección, con ayuda y trabajo de los padres, adaptó una bodega como salón de clases. Se instaló aire acondicionado, se construyó una ventana, se puso piso cerámico y ensanchó una banqueta.
"Hace dos años se abrió un grupo de incremento porque aquí en esta zona hay una demanda muy grande de alumnos y se abrió un grupo de incremento, entonces nosotros lo abrimos,adaptamos todo y nos mandaron maestra como en septiembre de aquel ciclo escolar, el grupo funcionó porque eran poquitos niños, porque no fue por preinscripción, fue por anotados los niños, entonces yo nada más acepté a 20", Maestra Noemí, directora del Plantel.
En ese espacio que mide alrededor de 3 metros de ancho por 3 metros de largo toman clases 30 niños, pero cuando necesitan hacer actividades físicas, de integración o con materiales específicos han sido sacados a la explanada del plantel.