En medio de la ola de violencia que atraviesa Sinaloa, este miércoles se presentó el informe de paz organizado por Construyendo Espacios de Paz, evento al que asistió por primera vez el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya.
Sin embargo, su presencia generó inconformidad entre algunos de los asistentes, quienes manifestaron su desacuerdo con las políticas de seguridad de su administración.
Ante esta situación, Miguel Calderón Quevedo, coordinador del Consejo de Seguridad Estatal, intervino para subrayar que la violencia actual no es un fenómeno reciente. Señaló los años 2008, 2017, 2019 y 2023 como periodos en los que Sinaloa ha vivido episodios de violencia significativa. Además, hizo un llamado a las organizaciones civiles para que se unan a los esfuerzos de Construyendo Espacios de Paz, aportando ideas y estrategias, con el objetivo de construir un acuerdo colectivo en favor de la paz.
Por su parte, los organizadores del evento planeaban ceder la palabra al gobernador, pero algunos de los presentes solicitaron ser ellos quienes fueran escuchados, expresando su desacuerdo con las medidas de seguridad implementadas por el gobierno estatal.
Durante la ronda de preguntas, un joven estudiante de Políticas Públicas pidió una intervención gubernamental más contundente ante la creciente inseguridad.
Asimismo, hubo representantes de organizaciones civiles que dieron propuestas para poder hacerle frente a la inseguridad y promover la paz en Sinaloa.
Debido a la situación el gobernador, se mantuvo como espectador a lo largo del evento, en donde se limitó a esuchar a los expositores y asistentes.
Cabe destacar que en el informe de Paz se dio a conocer que, hasta antes de septiembre, Culiacán había logrado reducir el número de homicidios dolosos. No obstante, debido a la reciente ola de violencia, se estima que la capital sinaloense podría cerrar el 2024 con hasta 360 homicidios dolosos, si no se logra contener la crisis de inseguridad.
