En los últimos años, México sufrió una invasión de tiendas donde ofertan productos chinos. Si bien se amplia la oferta para los consumidores mexicanos, también implica un impacto para otros comerciantes establecidos.
No hay cifras sobre la merma que generan estas tiendas chinas. Organismos empresariales estiman entre 65 mil y 100 mil millones de pesos al año, sin contar con que muchos de estos productos no pagaron impuestos o se venden a un tercio, o menos, de su valor real. La invasión procede desde dos frentes: uno, productos chinos que se fabrican en México y dos, productos chinos que ingresan masivamente al país sin controles aduanales o arancelarios.
La Secretaría de Economía (SE) señala que hay tres mil empresas asiáticas que se instalaron en México desde 2020 para aprovechar el nearshoring y exportar sus mercancías a Estados Unidos aprovechando el T-MEC. Se podría decir que México es usado como "puerta trasera" por China para meter productos a Estados Unidos. Si bien se hicieron con capital chino, al producirse en México "brincan" las restricciones impuestas por la guerra comercial entre China y Estados Unidos. Muchos de estos productos no se exportan, se quedan en el mercado local y lo saturan.
El otro tema son las importaciones directas. Si bien México no tiene tratado comercial con China, los impuestos que se le cobran son realmente bajos: los aranceles oscilan entre 2 y 5% para la mayoría de mercancías chinas. Ciertos productos maquilados como la ropa alcanza tasa del 24%, mientras que el calzado se eleva a 26%.
"Mucha gente, por una cuestión de precio, porque hay que reconocer que ellos producen mucho más barato que nosotros, los consumidores mexicanos los prefieren, aunque saben que normalmente la calidad no es comparable. Entonces, muchas veces la gente compra el producto sabiendo que no necesariamente compra calidad a la hora de adquirir este tipo de bienes de origen asiático", expresó Antonio Ruiz Porras, coordinador del Doctorado en Estudios Económicos de la UdeG.
Ahí es donde entra la figura de los llamados "minimis", un esquema que exenta de pago de IVA la importación de mercancías con valor inferior a 50 dólares. Así se introducen todo tipo de mercancías a través de plataformas como Shein, Alibaba y Temu.
El problema es que no existe un control sobre el volumen que llega a introducirse. Muchas de las tiendas recientemente abiertas se surten de estos grandes volúmenes que entran sin control. En los cambios de sexenio se percibe un mayor relajamiento a la vigilancia.
Mientras México solo exporta 764 millones de dólares en mercancias a China, el país oriental ha importado a México nueve mil 862 millones de dólares entre 2023 y 2024 de acuerdo a las cifras de la Secretaría de Economía.
Los expertos coinciden en que a partir de que el Ejército tomó control de las aduanas, hay una mayor opacidad en los controles para los productos de origen chino. Además, ven un tema cíclico con este relajamiento de control aduanal.
"Las aduanas han pasado a un control que se ha vuelto, si antes era, digamos, poco transparente, ahora hay una opacidad brutal y absoluta en todo el control de las aduanas de este país. ¿Por qué? Porque este gobierno decidió pasar el control a la Secretaría de la Defensa. O sea, cuando entran bajo el control de los militares, adiós rendición de cuentas", mencionó Israel Macías López, doctor en Economía y académico de la UP.
El aprovechamiento del TMec por China es uno de los puntos críticos de la relación comercial de México y Estados Unidos. El Gobierno Mexicano ha propuesto aumentar a 25% los impuestos a productos chinos y elevar la cifra de productos que necesitan de aranceles de 392 a 540. A decir de académicos, aumentar aranceles no es sinónimo de control, pues los contrabandistas buscarán como evitarlos.
Los artículos de origen chino eran sinónimo de mala calidad. Si bien hay algunos de alta especialización, otros, por su producción masificada no cumplen con los requerimientos de las Normas Oficiales Mexicanas. Especialistas reconocen la necesidad de un mayor control de estas tiendas y mercancías.
"Y empiezan a brotar como hongos, tienditas y tiendotas con productos de importación china. Claramente lo es. ¿Quién sabe qué calidad tiene? ¿Quién sabe qué regulaciones? ¿Quién sabe qué especificaciones? ¿Cómo está hecho? ¿Quién vigila la calidad de los plásticos, las pinturas, los plomos?", cuestionó el doctor Macías López.