Israel continuó bombardeando este domingo el sur del Líbano y los suburbios meridionales de Beirut, además de ampliar el radio de lucha con un nuevo bombardeo contra la ciudad portuaria yemení de Al Hodeida, causando la muerte de al menos cuatro personas y heridas a otras 40, según un balance preliminar.
"El Ejército llevó a cabo un ataque preciso en la zona del Dahye de Beirut", dijo el domingo un comunicado castrense. En este mismo área, y de la misma forma, Israel mató ayer sábado a Nabil Qaouk, comandante de la Unidad de Seguridad Preventiva de Hizbulá y en la última semana, a la mayoría de su cúspide militar.
Según anunció hoy el Ejército, además del máximo líder de Hizbulá, Hasán Nasrala, y de su comandante del frente sur, Ali Karaki, más de una veintena de miembros "de diverso rango" murieron junto a ellos en el bombardeo masivo del viernes en los suburbios de Beirut.
"Estas muertes no significan el final de Hizbulá porque está muy arraigado a la sociedad libanesa, pero sí que nos permite empujarlos hacia el norte del Líbano y así poder crear las condiciones para que los residentes evacuados puedan regresar a sus casas", explicó hoy a EFE el portavoz castrense, Roni Kaplan.
De forma similar Miri Eisin, quien sirvió más de 20 años en la Inteligencia militar israelí y dirige el Instituto Internacional de Contraterrorismo de Israel, aseguró hoy que pese a tratarse de ataques "muy efectivos", no se pueden describir todavía como un "jaque mate" contra el grupo libanés chií.
"Israel todavía tiene amenazas militares adicionales inmediatas con las que seguir lidiando, pese a la muerte de Nasralá, como el arsenal y las armas de Hizbulá así como todos los túneles" cerca de la frontera, agregó.
Es por ello que, según apuntó ayer el ministro de Defensa, Yoav Gallant, el cuerpo militar está estudiando una "expansión de las actividades" de las fuerzas armadas en el frente norte, las cual podría tener la forma de una invasión terrestre, según la prensa hebrea, aunque de carácter muy limitado.
Ataque a gran escala contra los hutíes
En medio de la escalada con Líbano, Israel también bombardeó hoy "a gran escala" la ciudad portuaria de Al Hodeida, en el oeste del Yemen, y causó al menos cuatro muertos y 40 heridos, según dijo a EFE el portavoz del Ministerio de Salud hutí, Anees al Asbahi.
Este ataque se produce un día después de que los rebeldes hutíes lanzaran un misil balístico contra el aeropuerto israelí en Tel Aviv -donde Netanyahu debía aterrizar de su viaje a la Asamblea de la ONU, en Nueva York-, que, según el Ejército, fue interceptado fuera de las fronteras de Israel.
Según dijeron los hutíes en un comunicado, este tipo de ataques con misiles balísticos tipo 'Palestina 2' ncontinuarán hasta que "la agresión contra Gaza y Líbano se detenga", manteniendo así su apoyo como parte del denominado "Eje de la Resistencia", liderado por Irán, incluso tras el asesinato de Nasrala.
El Ejército israelí afirmó en un comunicado que decenas de aviones, incluidos cazas, atacaron el domingo "objetivos militares" de los hutíes en las zonas de Ras Issa y Al Hodeida, con el objetivo de dañar o destruir "centrales eléctricas y el puerto marítimo, usado para importar petróleo".
El Ejército israelí está "decidido a seguir actuando y dañando a todo aquel que suponga una amenaza para los ciudadanos de Israel y a la distancia que sea necesaria", acusó el texto, en referencia los 1.800 kilómetros que separan Israel del Yemen.
No es la primera vez que Israel ataca el Yemen. El pasado julio lanzó también una acción contra el puerto de Al Hodeida, en la que mató al menos a seis civiles y alcanzó más de dos decenas de tanques de almacenamiento de petróleo, así como una central eléctrica.
Los hutíes atacan desde el pasado noviembre barcos vinculados a Israel en el mar Rojo, y continúan lanzando proyectiles contra su territorio sin que la escalada bélica en el Líbano, con más de mil muertos, parezca amedrentarles.
"Nuestro mensaje es claro: para nosotros ningún lugar está demasiado lejos", sentenció Gallant tras el ataque que él mismo dijo haber monitorizado desde una sala de mando de las fuerzas aéreas.