Con tres paradas en un minuto, Jordan Pickford agravó la crisis de juego que sufre el Liverpool y que se trasladó este sábado al derbi del Merseyside, del que los 'Reds' no fueron capaces más que de sacar un punto, insuficiente para dar caza a los equipos punteros de la Premier League (0-0).
El Liverpool, que ha pinchado con esta cuatro veces esta campaña, se queda a seis puntos del liderato, que pueden ser nueve si el Arsenal logra la victoria este fin de semana.
Y lo peor son la sensaciones de equipo descompuesto con la marcha de Sadio Mané, con la falta de puntería del tridente arriba y por un centro del campo que echa de menos a Thiago Alcántara.
A Fabio Carvalho y Harvey Elliot, titulares en el 4-3-3 junto a Fabinho, aún les queda para poder liderar la medular, aunque el mayor problema del Liverpool en Goodison Park estuvo arriba, con Darwin Núñez y Luis Díaz negados de cara a gol y un Mohamed Salah desaparecido desde la final de la Liga de Campeones contra el Real Madrid.
Lo normal es que, con las ocasiones que tuvo, el Liverpool hubiera matado el derbi antes del descanso. A un cabezazo desviado de Núñez le siguieron dos intentonas de Díaz, con más ganas que acierto. También la tuvo el Everton, con un disparo al palo de Davies con el exterior.
Pero era el Liverpool el que más mala fortuna tenía y en apenas treinta segundos disparó dos veces a la madera. Primero con una volea de Núñez que Pickford mandó al larguero y más tarde con el rechace que Díaz estrelló en la escuadra.
El nivel de incredulidad de Jürgen Klopp aumentó con la entrada de Roberto Firmino, el hombre que pudo tener la llave del gol. El brasileño abrió un carrusel de tres ocasiones en un minuto que elevó los estándares de Pickford.
El meta inglés, en una abrir y cerrar de ojos, le sacó una mano abajo a Firmino, una cabezazo a bocajarro al brasileño y una volea a Fabinho dentro del área.
Los milagros de Pickford devolvieron a la vida al Everton que tuvo el partido en la mano. Neil Maupay erró un mano a mano solo desde el punto de penalti antes de la jugada que pudo sentenciar al Liverpool.
Un gol anulado a Coady por milimétrico fuera de juego al empalar un envío en el segundo palo. No lo vio el árbitro, no lo vio el linier, y tuvo que ser el VAR el que desinflara la alegría de los 'Toffees', que se quedaron sin el gol y sin su primera victoria ante el Liverpool en Goodison Park desde 2010.
Para rematar la tarde de locura en el estadio del Everton, Salah, en el último minuto, se encontró con un paradón de Pickford, que envió la pelota al palo y terminó con el 0-0.
El Liverpool suma tres empates y una derrota en seis partidos en este comienzo de temporada, mientras que el Everton de Frank Lampard tiene cuatro puntos y es décimocuarto en la tabla. EFE