El centrocampista mexicano Marcelo Flores jugará cedido hasta final de temporada en el Real Oviedo, club de la Segunda División al que llega a préstamo desde el Arsenal con el objetivo de tener minutos en el cuadro azul y sellar un billete para viajar con la 'tricolor' al Mundial de fútbol de Qatar.
El nuevo jugador azul, nacido en Canadá y de sólo 18 años, procede de la cantera del Arsenal y abandona temporalmente Londres para rodarse en la Segunda División española, en la que se estrena con el objetivo de acabar siendo uno de los elegidos por el Tata Martino para defender a la Selección mexicana en la cita mundialista.
Rubén Flores, su padre, fue el encargado de anunciar en las redes oficiales del club el fichaje de su hijo, vinculado con Asturias por el linaje paterno después de que sus abuelos emigrasen a tierras mexicanas.
"Mi abuelo era socio del centro asturiano, y crecimos en ese ambiente tan bonito que es la cultura española, y la asturiana. Jugué allí en la Juventud Asturiana y recuerdo con mucho cariño, así que ahora Marcelo tiene la oportunidad de volver a esas raíces asturianas y seguir la historia de la familia", cuenta Flores padre en un emotivo vídeo.
El mexicano, habitual en las selecciones Sub 19 y Sub 20, debutó con la absoluta a finales del 2021 y recala ahora en el Oviedo después de que el técnico 'gunner', el español Mikel Arteta, no le incluyese en la lista del Arsenal para hacer la pretemporada con el primer equipo.
La perla del fútbol azteca viene de jugar 31 partidos con el Arsenal Sub18 y otros 12 con el Sub21, y aunque fue convocado por el propio Arteta para un partido del primer equipo -ante el Crystal Palace-, no llegó a debutar.
Su llegada es la séptima que se cierra este verano en el club azul, la octava si se tiene en cuenta la renovación de Borja Sánchez, y constituye un refuerzo de excepción para un ataque ya completado tras la continuidad del canterano y el fichaje de Sergi Enrich para la delantera.
Flores, que se incorporará a la dinámica azul en los próximos días, viene a ser una opción más que polivalente para Jon Pérez Bolo, que podrá utilizarlo en banda y también aprovechar sus virtudes asociativas por dentro. EFE