Alejado del entretenimiento que ofrece el Gran Acuario Mazatlán, la labor científica y de rescate de especies en peligro resalta a este lugar al ofrecer atención especializada que permite su recuperación y reintegración al entorno natural.
Simon Norris, director del acuario, informó que reciben aproximadamente 200 ejemplares cada año y es gracias al trabajo de veterinarios y especialistas, se logra la reintroducción a un 80 por ciento de ellos en su hábitat.
"El acuario recibe más de 200 animales al año de rescate, como mamíferos, lobos marinos y muchas especies, muchas aves, reptiles y animales acuaticos", dijo Simon Norris.
El 20 por ciento de las especies que no pueden regresar a la naturaleza permanece bajo cuidado en el acuario, aquellas que se recuperan por completo se integran a las exhibiciones y actividades educativas del recinto.
Un caso destacado es Ely, una lobo marino rescatada en 2003, que durante años formó parte de los espectáculos y dejó descendencia con Gogo y Aranza, para contribuir al fortalecimiento de su especie.
El acuario también trabaja en conjunto con PROFEPA y otros centros internacionales, lo que refuerza los esfuerzos para la rehabilitación y conservación de especies en peligro de extinción.