La deuda mundial ha alcanzado un nuevo récord histórico, superando los $315 billones de dólares en el primer trimestre de 2024. Esta cifra representa la deuda combinada de corporaciones no financieras, gobiernos y el sector financiero a nivel global. Este aumento, de aproximadamente $1.3 billones de dólares en comparación con el trimestre anterior, es una clara señal de la presión financiera que los países y empresas están enfrentando en el contexto actual.
En los mercados emergentes, la deuda también ha crecido significativamente, superando los $105 billones de dólares. Este incremento ha sido impulsado principalmente por China, India y México, según el Instituto de Finanzas Internacionales (IFF). Estos países han visto un aumento considerable en sus niveles de deuda, lo que refleja tanto sus esfuerzos por estimular el crecimiento económico como las tensiones y desafíos que enfrentan.
Jonathan Fortun, un macroeconomista del IFF, explicó en una entrevista con Bloomberg que las altas tasas de interés están incrementando el costo del servicio de la deuda. Además, las políticas fiscales expansivas implementadas después de la pandemia han aumentado las necesidades de financiamiento de los países. Según Fortun, estas políticas, que incluyen grandes paquetes de estímulo y programas de infraestructura financiados mediante deuda, han sido esenciales para impulsar la recuperación económica. Sin embargo, también han llevado a un aumento considerable en el endeudamiento.
Las tensiones geopolíticas y las crisis internacionales han obligado a los países a gastar más en defensa y seguridad, lo que ha aumentado aún más la necesidad de financiar estos gastos a través de la deuda. A pesar de los esfuerzos para estabilizar las economías, el endeudamiento global continúa en aumento. Las empresas, que anteriormente aprovecharon las bajas tasas de interés para financiar expansiones, ahora enfrentan mayores costos para el servicio de su deuda. Al mismo tiempo, los hogares han incrementado su endeudamiento tanto en hipotecas como en consumo, lo que agrava aún más la situación.
En los países emergentes, la deuda de los hogares alcanzó los $19.2 billones de dólares en el primer trimestre de 2024. La deuda de las corporaciones no financieras fue de $33 billones de dólares, la del gobierno se situó en $28.4 billones de dólares y la del sector financiero en $13.9 billones de dólares. Estos datos reflejan el alto nivel de endeudamiento en diferentes sectores de la economía, lo que podría tener implicaciones significativas para la estabilidad financiera de estos países en el futuro.
Por otro lado, en los mercados desarrollados, la deuda combinada totalizó $209.7 billones de dólares, con un aumento más rápido en Estados Unidos y Japón. Los segmentos más representativos de esta deuda en estos países fueron las corporaciones no financieras, con $44 billones de dólares, y los gobiernos, con $28.4 billones de dólares. Este crecimiento en la deuda destaca la continua dependencia de los gobiernos y las empresas en el endeudamiento para financiar sus operaciones y proyectos.
Fortun también señaló que, para 2025, se espera que los gobiernos de todo el mundo tengan que gastar $2.8 billones de dólares en intereses de deuda, más del doble que en 2022. Esto representará un aumento adicional del 1.2% del PIB global, lo que podría desviar recursos de otras áreas de gasto público o requerir aumentos de impuestos. Estados Unidos es uno de los países que estará especialmente expuesto a esta medida, lo que podría tener repercusiones significativas en su economía.
En cuanto a la deuda pública global, esta ya alcanzó los $91.4 billones de dólares en el primer trimestre de 2024, lo que supone un aumento frente a los $86.5 billones de dólares del mismo periodo del año pasado. Como porcentaje del PIB, la deuda del gobierno a nivel mundial ya equivale al 98.1%. En Latinoamérica, esta cifra es del 68.7%, lo que muestra una menor, aunque aún significativa, dependencia de la deuda en comparación con otras regiones.
Entre las economías latinoamericanas, México tiene una deuda de gobierno equivalente al 39.6% de su PIB, que asciende a $799.920 millones de dólares. En comparación, Argentina tiene una deuda del 117.7% de su PIB, Brasil del 88.8%, Colombia del 61.3%, Chile del 40.5% y Perú del 32.3%. Estos porcentajes reflejan las diferentes estrategias y niveles de endeudamiento de los países de la región, cada uno enfrentando sus propios desafíos económicos.
La deuda global sigue en aumento, impulsada por factores económicos, políticos y sociales. Los gobiernos y las empresas enfrentan un entorno financiero complejo, donde las tasas de interés elevadas y la necesidad de financiamiento continúan presionando las finanzas globales. La situación requiere un manejo cuidadoso para evitar una crisis de deuda que podría tener graves consecuencias para la economía mundial.