La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aseguró este viernes que habrá una entrega inmediata de agua a Texas, tras las advertencias del mandatario estadounidense, Donald Trump, quien amenazó con sanciones por supuestamente violar el Tratado de Aguas de 1944.
En respuesta a los reclamos del gobierno estadounidense y a la presión de agricultores texanos, Sheinbaum afirmó que se entregarán millones de metros cúbicos de agua del río Bravo, de acuerdo con la disponibilidad que haya. "A los agricultores de Texas, va a haber una entrega inmediata de un número determinado de millones de metros cúbicos", declaró.
Trump acusó a México de deberle a Texas más de 1,600 millones de metros cúbicos de agua, y advirtió que podría tomar represalias. Sin embargo, Sheinbaum descartó cualquier conflicto o renegociación del acuerdo binacional. "No lo creo, hay una mesa de trabajo y también para fortalecer la comunicación", afirmó.
El Tratado de Aguas establece que México debe entregar 2 mil 160 millones de metros cúbicos cada cinco años a Estados Unidos, mientras que del otro lado de la frontera, los estadounidenses entregan hasta 9 mil 250 millones de metros cúbicos. Para la mandataria mexicana, el acuerdo es justo y equilibrado, por lo que no considera necesario modificarlo.
La tensión aumentó luego de que en marzo varios legisladores texanos solicitaran a Trump presionar a México como parte de las negociaciones arancelarias, al alegar que la falta de agua les genera pérdidas anuales de hasta 993 millones de dólares.
Sheinbaum explicó que las dificultades para cumplir con el tratado se deben a la prolongada sequía en la región, que ha reducido los niveles del río Bravo. Por ello, la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) trabaja en propuestas técnicas para cumplir con el compromiso.
"Llevamos casi cuatro años de sequía (?) hay menos agua en el río, entonces están buscando otras alternativas", detalló. Aun así, aseguró que en los próximos días se podría llegar a un acuerdo razonable que evite el conflicto con Estados Unidos.
Finalmente, la presidenta insistió en que el tratado sigue siendo válido y equitativo. "Es un tratado justo, de hecho, entrega más Estados Unidos de lo que nosotros entregamos, porque así es la cantidad de agua que hay en cada lugar", concluyó.