En los últimos cuatro días, Sinaloa ha sido escenario de una serie de homicidios que llevan el sello del narcotráfico. Entre Culiacán, Elota y Mazatlán, al menos 10 personas han sido asesinadas en circunstancias que reflejan la violencia del crimen organizado.
El 14 de agosto, dos hombres fueron ejecutados a balazos y sus cuerpos abandonados en el monte, cerca de la carretera México 15, al norte de Culiacán. Las víctimas han sido vinculadas a figuras importantes del narcotráfico, incluyendo a Vicente Zambada Niebla, hijo de Ismael "El Mayo" Zambada. A su vez, en Elota, tres personas fueron encontradas asesinadas el sábado, entre ellas Martín García Corrales, pieza clave en la producción de fentanilo para el Cártel de Sinaloa y buscado por la DEA, que ofrecía 4 millones de dólares por su captura.
Los crímenes en Culiacán no cesan. Un hombre falleció tras ser atacado a balazos mientras se encontraba en su vehículo, y otro cuerpo fue hallado en un camino cercano al Congreso del Estado. En otro hecho, dos hombres fueron asesinados en el fraccionamiento Monte Sierra.
La violencia también alcanzó a Mazatlán, donde un hombre fue abatido a tiros mientras descansaba en la playa. Durante el ataque, una mujer resultó herida. Además, en Culiacán, un agente de tránsito fue atacado por un grupo de gatilleros. La situación se mantiene tensa, con operativos de seguridad que han resultado en el decomiso de una camioneta blindada y un rifle Barret 50, tras un despliegue de más de 80 horas en la colonia Huizaches.