En la era digital, el uso intensivo de tecnología está comenzando a tener efectos negativos significativos en nuestras vidas, tanto a nivel personal como laboral.
El fenómeno conocido como "tecnoestrés" se refiere al estrés derivado del uso excesivo de dispositivos tecnológicos y está empezando a ser una preocupación creciente.
Un estudio revela que una persona promedio pasa alrededor de 76,500 horas en su celular a lo largo de su vida, lo que equivale a casi nueve años. Este uso intensivo no está exento de consecuencias.
Erika Villavicencio-Ayub, directora de la Consultoría DserOrganizacional y experta en tecnoestrés, define este problema como el estrés causado por un uso desadaptativo de la tecnología, lo que resulta en diversos trastornos de salud.
Síntomas del tecnoestrés
La investigación señala que el tecnoestrés puede manifestarse de diferentes maneras, entre ellas:
El tecnoestrés no solo afecta la vida personal, sino que también tiene repercusiones en el ámbito laboral. Villavicencio-Ayub menciona que el exceso de estímulos digitales puede llevar a una disminución en la capacidad de concentración, mayores errores y conflictos en la comunicación laboral. Estos problemas pueden resultar en un aumento en el ausentismo laboral y en la reducción de la productividad.
La cultura laboral actual también contribuye al tecnoestrés, ya que las expectativas de estar disponible en todo momento a través de correos electrónicos y mensajes instantáneos pueden intensificar el estrés.
Tipos de tecnoestrés y recomendaciones
El tecnoestrés incluye varios trastornos como tecnofatiga, tecnofobia, tecnoadicción y tecnodependencia. Para mitigar estos efectos, se sugieren varias prácticas:
Desconexión regular: Aprender a desconectar de los dispositivos tecnológicos.
Uso eficiente de recursos: Utilizar la tecnología de manera que potencie, pero no afecte, la salud.
Establecimiento de Límites: Limitar el tiempo de uso de dispositivos y fomentar interacciones cara a cara.
Actividades recreativas: Dedicar tiempo a actividades fuera del entorno digital.
Rutinas saludables: Crear rutinas diarias que incluyan momentos libres de tecnología.
Autocuidado: Mantener una buena alimentación, ejercicio regular y un descanso adecuado.
El estudio advierte que problemas como migrañas, alteraciones del sueño, y problemas de salud mental y física están cada vez más relacionados con el abuso de la tecnología. Reconocer y abordar el tecnoestrés es crucial para mantener un equilibrio saludable en nuestra vida digital.