Aunque los productores agrícolas están felices por el buen precio que alcanzaron los granos este año gracias al mercado internacional, las condiciones para el campo sinaloense siguen siendo preocupantes por la falta de apoyos del Gobierno Federal, puntualizó Enrique Rodarte, Presidente de la Asociación de Agricultores del Río Culiacán.
Recordó que el año pasado no se llegó ni a los 4 mil pesos por tonelada de maíz y este año se han superado los 6 mil, lo que ha traído cierta cierta tranquilidad al sector, no obstante, insistió, los precios son variables y el próximo año pudiera haber graves problemas por la eliminación de programas importantes para la agricultura.
Enrique Rodarte Espinoza de los Monteros, Presidente de la AARC dijo:
"Cuando se nos venga el precio abajo si no tenemos ni para las coberturas, ni agricultura por contrato, ni para los seguros, todos los apoyos que se venían dando, eso es lo primero que nos va a pegar en el plazo, lo que nos va a pegar a más corto plazo, posteriormente nos va a venir a pegar también todo lo que nos quitaron de apoyos para adquirir maquinaria, reponer maquinaria, ya que se nos empiece a hacer vieja pues nos vamos a quedar con puros fierros viejos, o vamos a tener que ir teniendo menos equipo, menos eficiente, y eso conlleva a muchas consecuencias, es más gasto de diesel menos eficiencia en los trabajos trabajos quizás con un poco menos de calidad".
Además, indicó el líder agrícola, la reducción del presupuesto para los programas de sanidad pone en riesgo los cultivos, pues de haber alguna plaga se perderían las cosechas.
Por otra parte, señaló también lo grave de la desaparición de programas de tecnificación de riego que ayudaban a usar con mayor eficiencia el agua, lo cual en este tiempo de sequía representaría un gran apoyo para utilizar mejor este recurso.
Finalmente, el presidente de la AARC indicó que hay un aumento considerable en los precio de los insumos, lo cual también puede golpear al sector en un mediano plazo, pues sin precios de garantía el próximo año podrían venderse los granos sin alcanzar rendimientos, o sin cubrir los gastos en semillas o combustibles, por lo que urge, dijo, que se modifique la política federal para el campo, tomando en cuenta todas éstas estas necesidades de los agricultores.