Entre mil 200 y mil 400 trabajadores que se dedican a la actividad de la pesca han tenido que migrar a trabajos de albañilería y de lo que caiga, comentó Jesús Omar Lizarraga Manjarrez, presidente de la Unión de Armadores del Litoral del Pacífico Mexicano.
Y es que luego del primer viaje de capturas el 30 por ciento de las embarcaciones camaroneras ya no zarparon para el segundo viaje, por lo que sus trabajadores tuvieron que quedarse en tierra para buscar emplearse en otra actividad, comentó el líder pesquero.