Las terribles condiciones de hacinamiento en los campamentos de tiendas de campaña, el calor del verano y el colapso de los servicios sanitarios han provocado un aumento de enfermedades como piojos, sarna y erupciones cutáneas.
Según la Organización Mundial de la Salud, los médicos enfrentan más de 103 mil casos de piojos y sarna, y 65 mil casos de erupciones cutáneas. Gaza, con una población de 2.3 millones, ha registrado más de 1 millón de infecciones respiratorias agudas, más de medio millón de casos de diarrea aguda y más de 100 mil casos de ictericia desde que comenzó la guerra.
Munira al-Nahhal, una residente de un campamento en Jan Yunis, describe la situación: "No hay champú ni jabón. El agua está sucia. Todo es arena, insectos y basura". En su tienda de campaña, muchos de sus nietos tienen sarpullidos.
Los campamentos carecen de agua limpia y las familias usan agua salada del Mediterráneo para bañarse. La ropa se usa varios días hasta que pueden lavarla. Las moscas y la basura son omnipresentes, lo que agrava las condiciones insalubres.
La situación ha llevado a una grave crisis sanitaria. Nassim Basala, dermatólogo del Hospital Nasser, dice que atienden entre 300 y 500 personas al día con enfermedades de la piel. "La sarna y los piojos han alcanzado proporciones epidémicas", explica, y agrega que otras infecciones también proliferan.
La falta de suministros humanitarios, como jabón y medicamentos, ha empeorado la situación. Las operaciones militares israelíes y la anarquía en Gaza dificultan la distribución de ayuda.
Mohammed al-Rayan, otro residente de un campamento, dice que ha llevado a sus hijos al médico varias veces por erupciones. "Nos dan cremas, pero no sirven si no tienes nada con qué lavarte", lamenta. Los niños son los más afectados, pero los adultos también sufren.
La comunidad internacional, especialmente Estados Unidos, está mediando para contener la situación y evitar una guerra abierta en la frontera entre Israel y Líbano, que vive su mayor pico de tensión desde 2006.