El objetivo del presidente Andrés Manuel López Obrador se cumplió, pues aunque no se aprobó la reforma electoral que propuso, su Plan "B" para modificar leyes secundarias debilitan a los órganos electorales, aseveró el politólogo Fernando Barrientos del Monte.
El académico explica que la propuesta de una reforma constitucional fue una estrategia del presidente para medir la fuerza de sus aliados y de la oposición, y una distracción para dirigir el debate hacia eso mientras se buscaba la forma de impactar en los órganos electorales.
Fernando Barrientos del Monte, Académico e Investigador de la Universidad de Guanajuato:
"Evidentemente le afecta tanto al INE como al Tribunal Electoral, y específicamente al INE, porque al INE se le están reduciendo oficinas, se les está obligando a modificar su estructura interna, e igualmente al Tribunal Electoral".
Esto aunado a la reducción de presupuesto que se contempla para el ejercicio fiscal 2023, prácticamente asfixiaría al INE, que tendría que hacer más con menos recursos tanto materiales como humanos, consideró el investigador.
Añadió que además se prevé que el próximo año que hay renovación de consejeros electorales, el presidente y su partido traten de imponerlos como una forma de controlar al Instituto Nacional Electoral.
Fernando Barrientos del Monte, Académico e Investigador de la Universidad de Guanajuato:
"Y si no logran controlarlo, al menos ya lo asfixiaron financieramente y le están reduciendo sus capacidades administrativas, entonces quienes salen perdiendo en este momento son los órganos de gestión electoral".
Finalmente explicó que otros aspectos negativos de las reformas, que aún deben pasar por la cámara de Senadores, es el cambio en las reglas para que los partidos conserven su registro sin importar el voto de la ciudadanía.