Desde el pasado nueve de septiembre en Culiacán se han vivido más de 30 hechos violentos que han tenido un impacto considerable en la economía del municipio, provocando que los comercios cierren sus puertas en más de una ocasión y hasta por 48 horas seguidas.
Las pérdidas económicas por estos hechos ascienden a cifras millonarias, aunque las autoridades difieren del sector comercial en cuanto al monto, pues la Concanaco informó que con cada día de violencia Culiacán pierde hasta 433 millones de pesos.
Sin embargo la secretaría de Desarrollo Económico de Culiacán, Janeth Tostado Noriega, aseguró que son alrededor de 350 millones de pesos los que pierde la capital sinaloense cada día en esta ola de violencia.
Así mismo la funcionaria municipal afirmó que son tan solo el 80 o 85 por ciento de los negocios los que se están viendo afectados, cuando la Canaco informó que el 90 por ciento de las empresas se vieron obligadas a cerrar la primera semana de violencia.
Tostado Noriega admite sin embargo que sí han previsto que estos hechos tengan un impacto muy negativo en la atracción de inversiones a la ciudad, pues la seguridad suele ser un factor importante para los inversionistas.
En este sentido el Gobierno de Sinaloa ha tratado de disminuir el impacto al sector económico con apoyos fiscales, condonación de impuestos y aplazamiento de inspecciones por parte de Coepriss.
Por su parte, a más de dos semanas de que iniciaron estos reportes de violencia un estudio realizado por la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) dio a conocer que en 15 días Sinaloa ha perdido más de ocho mil 100 millones de pesos por estos hechos.
Es necesario mencionar que el cierre de los negocios no es lo único que ha afectado al comercio en Culiacán, pues tan solo en la primera semana de violencia alrededor de dos mil trabajadores renunciaron en el Centro de la Ciudad.
Así mismo otros sectores se han visto afectados por los bloqueos en las carreteras lo que ha ocasionado retraso en el envío y recepción de mercancías, que se suman a las pérdidas de camiones con mercancía que han sido incendiados.