Durante las últimas semanas, Culiacán había experimentado un periodo de relativa calma, brindando a sus habitantes una breve y frágil sensación de paz y seguridad, sin embargo, esta armonía se vio abruptamente interrumpida por hechos violentos que han conmocionado a la comunidad.
Este lunes, 24 de marzo, la tragedia tocó de nuevo a la familia culiacanense, Dana Sofía, una niña de 12 años que cursaba el primer año de secundaria, perdió la vida en manos de un grupo armado al oriente de la ciudad, la menor viajaba en un vehículo junto a sus padres cuando ocurrieron los hechos, los cuales aún no ha sido esclarecidos por las autoridades, ya que se habla de un ataque directo o de un posible fuego cruzado.
La titular del Semujeres, Ana Francis Chiquete, se dijo consternada y exigió justicia para Dana, ya que acciones como estas, cimbra y duele a todos como sociedad, ya que lo más preciado que se tiene son los niños y niñas.
Sobre este tema, el secretario ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública, Ricardo Jenny del Rincón, dijo que según las estadísticas que se tienen, hasta el mes de febrero se habían documentado el deceso de 33 menores de edad en distintos hechos violentos desde el mes de septiembre.
Horas después, la violencia continuó, en las inmediaciones de una plaza comercial en Culiacán, fueron hallados restos humanos acompañados de un narcomensaje, dirigido a un grupo criminal, el cual es protagonista de la lucha que se vive actualmente en Culiacán, desde el pasado mes de septiembre.
Las autoridades aún no han brindado detalles sobre la identidad de la víctima ni el contenido de las cartulinas encontradas en el lugar, pero trasciende que es una persona allegada a la facción de "Los Chapitos".
Estos incidentes han generado preocupación entre los habitantes de Culiacán, quienes temen que la violencia vuelva a apoderarse de la ciudad tras un periodo de aparente tranquilidad.
Las autoridades han reforzado la seguridad en diversos puntos de Culiacán y han reiterado su compromiso de trabajar para garantizar la paz y la seguridad de todos los ciudadanos.
La comunidad culiacanense espera que estos hechos no se conviertan en una constante y que la paz retorne a sus calles, permitiendo a las familias vivir sin temor y en armonía.