Un nuevo informe ha revelado que casi la mitad de las mujeres en México se han ausentado del trabajo debido a molestias menstruales, lo que afecta su productividad y bienestar laboral. A pesar de esto, la mayoría de las empresas ignoran el problema y no implementan medidas para apoyar a sus colaboradoras.
El estudio Menstruación y productividad laboral: el tabú que impacta el resultado del negocio, realizado por Dalia Empower y Plenna en alianza con Essity, destaca que el 91 % de las mujeres perciben una baja en su rendimiento durante su periodo y más de la mitad sufre molestias que afectan su desempeño. Sin embargo, sólo en cuatro estados del país existen licencias menstruales que permiten a las trabajadoras descansar con goce de sueldo.
Los datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) muestran una gran diferencia entre las incapacidades reportadas y la realidad de muchas mujeres. De más de 9 millones de aseguradas, solo 554 reciben incapacidad oficial al mes, sumando mil 653 días de descanso por enfermedades relacionadas con la menstruación. Esto equivale a menos de tres días por mujer y es mucho menor a lo que ellas mismas reportan.
El problema radica en que muchas trabajadoras no solicitan permisos oficiales o no pueden hacerlo debido a la falta de políticas empresariales. Quienes laboran en lugares donde se reconoce la menstruación como un factor que afecta el desempeño, faltan un turno menos al año en comparación con quienes trabajan en empresas que ignoran el tema.
Además del impacto en la salud y productividad, el informe advierte sobre un problema aún mayor: el 29 % de las mujeres ha enfrentado consecuencias negativas en su vida profesional debido a dificultades relacionadas con la menstruación. Esto incluye despidos injustificados, pérdida de oportunidades de ascenso e incluso discriminación en el trabajo.
Ante este panorama, grupos activistas han impulsado iniciativas para que en todo el país se reconozca el derecho a licencias menstruales, que otorgarían hasta dos días de descanso con goce de sueldo, siempre con una valoración médica previa.
A pesar de los avances en políticas de género, el informe enfatiza que las empresas aún tienen mucho por hacer para garantizar un ambiente laboral más justo e incluyente para las mujeres. Incluir medidas como licencias, flexibilidad de horarios o acceso a productos de higiene puede ser clave para mejorar la productividad sin afectar la economía de las compañías.