El ambientalista Jesús Frías ha levantado una voz de alarma en Durango, denunciando que aproximadamente el 80% de los árboles plantados durante la actual administración han perecido debido a la falta de mantenimiento. Esta situación, según sus declaraciones, representa un riesgo significativo para la seguridad y el bienestar de la comunidad.
Según Frías, la negligencia en el cuidado de los árboles ha llevado a que muchos de ellos crezcan desproporcionadamente, llegando incluso a entrar en contacto con cables de alta tensión. Esta situación plantea la posibilidad de problemas graves, como sobrecalentamiento y cortocircuitos en los transformadores eléctricos, lo que podría poner en peligro a quienes viven o transitan cerca de estos árboles descuidados.
El problema no se limita a las áreas residenciales; Frías también señala que en el centro histórico de Durango hay árboles cuyas raíces han crecido de manera descontrolada, ocupando más del 50% del espacio de las banquetas. Esta situación no solo afecta la estética y el orden urbano, sino que también representa un peligro potencial para la infraestructura subterránea y la seguridad de los peatones.
El ambientalista ha expresado su preocupación por la aparente falta de acción por parte del gobierno en este asunto. Según él, las autoridades han sido omisas en abordar el problema de los árboles en mal estado y han fallado en tomar medidas para reemplazar aquellos que representan un riesgo para la comunidad.
Para Frías, la situación exige una acción inmediata por parte de las autoridades municipales. Propone que se implementen programas de mantenimiento regular para los árboles existentes, así como medidas para replantar aquellos que han muerto o representan un peligro para la población. Además, insta al gobierno a colaborar estrechamente con expertos en arboricultura y urbanismo para desarrollar estrategias efectivas de gestión forestal urbana.
La salud y la seguridad de los ciudadanos de Durango están en juego, y es fundamental que se tomen medidas decisivas para abordar esta situación. Los árboles no solo son un elemento vital para el medio ambiente urbano, sino que también juegan un papel crucial en la calidad de vida y el bienestar de la comunidad en su conjunto. Por lo tanto, es responsabilidad de las autoridades garantizar que se mantengan adecuadamente y se manejen de manera responsable para el beneficio de todos.