En los últimos años, la construcción de viviendas de interés social en Durango ha experimentado una desaceleración notable, afectando tanto la oferta como la demanda de forma significativa. Según el Ing. Salvador Chávez Molinar, presidente de la CANADEVI, la necesidad anual de viviendas en la región oscila entre 12,000 y 15,000 nuevas unidades por año, cifra que no se ha logrado cubrir consistentemente. A pesar de que el INFONAVIT sigue otorgando créditos, la oferta disponible no ha sido suficiente para satisfacer la creciente demanda, lo que ha generado un déficit habitacional que para el 2024 se estima en alrededor de 85,000 viviendas.
Esta tendencia comenzó a agudizarse durante los tres años finales de Andrés Manuel López Obrador, exponiendo un problema estructural que requiere de políticas públicas más agresivas y efectivas para ser revertido.
Luis Fernando Hernández Osuna, delegado del INFONAVIT en Durango, ha destacado que se han entregado créditos por montos record. Pero esto ha sido insuficiente, por que no todos los trabajadores son sujetos para acceder a este beneficio.
El gobierno federal, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, ha planteado un ambicioso programa de vivienda para atender esta problemática. Sin embargo, este plan no contempla la participación directa de los desarrolladores locales, lo que ha generado inquietudes en el sector. La CANADEVI en Durango ha expresado su disposición para colaborar tanto con los gobiernos estatal como federal en la construcción de viviendas de interés social, aunque el sector enfrenta varios desafíos.
Uno de los principales obstáculos señalados por los desarrolladores ha sido el incremento en los costos de los materiales de construcción, lo que ha encarecido la producción de viviendas accesibles. Esto ha generado que muchas de las nuevas viviendas sean inaccesibles para los jóvenes, quienes encuentran cada vez más difícil adquirir una propiedad. Ante esta realidad, el reto para los próximos años será diseñar estrategias que impulsen la construcción de viviendas asequibles, que no solo cubran el déficit actual, sino que también se adapten a las necesidades de una población joven que busca su primera vivienda.